Gestión (https://gestion.pe/blog/fuera-de-la-caja/2018/09/tu-tribu-te-necesita.html)
El líder de una empresa, negocio o proyecto no es aquel que manda para que los demás le obedezcan, o el que inspira con una frase motivadora y espera sentado a que la magia ocurra. Es el que hace de sus propias decisiones una filosofía (de gestión, de organización, de vida) que todos quieran imitar. Es el líder de la tribu al que se admira porque es el más fuerte y astuto, y porque lo demuestra.
Seth Godin, gurú del marketing graduado en Stanford Business School, dice que el secreto del liderazgo se resume en una frase: “vive lo que crees”. En el mundo empresarial, existen casos de dirigentes que no consumen el producto que venden, que no son apasionados de la marca que representan, que no pueden distinguir su producto del de la competencia si no está en su empaque. Así, es difícil que la tribu te siga a alguna parte.
Seth Godin creó el término “líder hereje” para hablar de quienes pueden ser aventurados. Crédito: Paula Ojansuu
Muchas veces se dice que el líder debe ser aquel que logra que los demás hagan lo que él quiere (pero para eso no se necesita un líder, basta un jefe que mande). Por el contrario, el líder debe ser aquel que logra que otros deseen lo que él desea (y quizá para eso más que una maestría en el extranjero convenga un espacio para conocer a su tribu y saber hasta dónde son capaces de llegar).
Pero ¡cuidado!
Seth Godin advierte que el líder no es aquel que busca contentar a su tribu luego de saber sus intereses y motivaciones, sino quien es capaz de retarlos y hacer que se comprometan con una idea que, en principio, puede parecer una locura. Eso le dijeron a Fred Smith, el fundador de FedEx, a quien en 1970 se le ocurrió la idea de “crear una empresa de servicio de paquetería que ofreciera servicios durante la noche”.
En sus primeros 26 meses, perdió 29 millones de dólares, así que voló a Las Vegas y apostó lo que le quedaba en el blackjack, ganando 27 mil dólares que… ¡reinvirtió en su compañía! La convicción del líder se parece a la del lunático que afirma cosas que solo él parece ver, pero que su tribu acepta como una incuestionable realidad.
Fred Smith fundó FedEx porque quería ofrecer servicios de paquetería en la noche. Crédito: Revista Fortune.
El año pasado, según la revista Forbes, FedEx reportó ventas por 60 mil millones de dólares, pero eso no parece ser lo más importante para el carismático Smith, conocido por tratar a sus equipos por igual, con una devoción casi maternal por ellos. La filosofía de su compañía (PSP, People-Service-Profit, Gente-Servicio-Utilidades, en ese orden) muestra su prioridad, una forma de pensar diferente que es lo que buscamos en las dinámicas de Design Thinking.
Seth Godin llama a estos líderes los ‘herejes’, apasionados, sin miedo al fracaso y, sobre todo, muy comprometidos con la tribu. “El líder no siempre empieza arriba”, dice Seth, algo que quizá podríamos recordarles a quienes diseñan los organigramas y colocan al gerente a la cabeza, en lugar de ponerlo debajo de todos para ayudarlos a subir la calidad del servicio, el desempeño del producto, la eficiencia de las operaciones.
Quienes hemos sido bendecidos con todo para convertirnos en los líderes (una familia, una buena educación, un país en paz) tenemos el deber de serlo, cada uno a su manera y desde el lugar en que se encuentre. Más que una oportunidad es un compromiso con nosotros mismos, un deber con los demás y una misión que se cumple en equipo, con el líder empujando el carro desde el último peldaño, inspirando con el ejemplo y contagiando su esfuerzo.