Uno de los aspectos de los que menos se habla, cuando se trata el tema de liderazgo y de cómo lograr tus objetivos en un nuevo trabajo, es el de la capacidad de adaptación. Es como si la mayoría de reclutadores dieran por sentado que de forma natural te vas adaptar a tu nuevo trabajo y rápidamente vas a mostrar resultados positivos.
Pero no es así, las empresas y el mercado cada vez son más complejos, más grandes. Cuando eres nuevo en una organización, no es fácil tener todo el panorama del negocio y tampoco lograr el mismo nivel de trabajo que tu antecesor. Estoy pensando, en el número de personas talentosas que he conocido a lo largo de mi carrera profesional, que no lograron dar la talla en sus primeros meses de trabajo; a quienes les costó bastante sacrificio adecuarse a una nueva cultura y comenzar a mostrar resultados en el trabajo.
Cuando uno llega a un puesto gerencial donde va tener que tomar decisiones desde el primero día, muchas veces no basta con unas cuantas horas de inducción para evitar errores, problemas y enfrentamientos. A la mayoría de ejecutivos les cuesta unos cuantos meses adaptarse, sentirse como patos en el agua en su nuevo trabajo, más aún si el clima en esa empresa no es el adecuado.
A todo esto se suma que los procesos de reclutamiento de gerentes y ejecutivos cada vez son más caros. En nuestro país hace falta talentos. Sin embargo, muchas veces cuando logran captar a estos talentos, las empresas en poco tiempo les exigen resultados, es decir las empresas quieren un retorno rápido de su inversión.
Estoy segura que para llegar a trabajar al máximo de sus capacidades el nuevo ejecutivo debe de conocer, para empezar, todos los procesos del negocio, sus normas, su legislación y principalmente cómo se comporta en comparación con la competencia y el mercado. Además, debe conocer y conversar con cada uno de sus jefes, compañeros de trabajo, subordinados, proveedores y otras personas externas a las empresa pero que tienen que ver con el negocio.
Normalmente este conocimiento lo adquieres en los primeros meses de trabajo, esto no lo aprendes en las tres o cuatro horas de inducción que te brinda la empresa. Incluso, en otros países, –y quizá aquí en Perú–, existe el Onboarding, “a bordo” en castellano, que es un proceso en el cual se acelera la adaptación del nuevo ejecutivo a su trabajo.
Este proceso lo que busca es que en pocas semanas o días, conozcas todos los detalles del negocio en el que te vas manejar y a las personas clave con las que tienes que tratar, como pueden ser tus clientes, proveedores.
Me ha entusiasmado, mucho leer e investigar sobre esta nueva técnica. Contar un asesoramiento Onboarding también te permite conocer los problemas y conflictos que debes evitar. Es un tipo de capacitación en donde se facilita una comunicación fluida con tu organización para que en poco tiempo estés muy involucrado con la actualidad de la empresa donde estas laborando.
No sé por qué caminos va la gestión de personal en nuestro país, pero sería espectacular contar algún día con un proceso de capacitación de este tipo, para que muchos jóvenes y viejos talentos estén “a bordo” en sus nuevos trabajos.